viernes, 10 de abril de 2009

Crucifixión

crucificcion


Lo que hacían para injuriar, dice el Crisóstomo, servía a la verdad. El demonio quería oscurecer lo que sucedía, pero no pudo”. La crucifixión de los dos ladrones era para deshonrar al Señor; pero en realidad esa diabólica intención hacía favor a la verdad de la profecía: fue contado con los malhechores. Por otra parte, las señales extraordinarias con que la Providencia acompañó la Crucifixión, no podían adjudicarse a tan vulgares malhechores, sino sólo a Cristo. El sol y la luna dan testimonio del Señor; hácese tinieblas el uno y se enrojece como sangre la Otra. La tierra se hiende como sacudida por el golpe del sacrilegio que se consuma por mano de loa hombres. Juan y la Virgen asisten a la exaltación en cruz, del Maestro. Todas las cosas, había dicho el Señor, serían atraídas hacia mí cuando fuese elevado. Los personajes están representando el testimonio de toda la humanidad tributado al Señor que muere por ella. Los buenos, testigos fieles que enseñan la justicia de 1a senda de Cristo; los malos, nos indican cómo entre ellos fue contado el inocente para librarlos de su malicia. El judío y el pagano, el cielo y la tierra, todo asiste a la gloria de su Creador. “La cruz fue un tribunal, dice san Agustín; constituido el juez en medio, un ladrón, que creyó, fue librado; el otro que insultó, fue condenado. Esto significaba lo que ha de hacer con vivos y muertos; a unos los colocará a su diestra y a otros a su siniestra”.



J.R. SEPICH


Grabado de Victor Delhez. (Click para ver en detalle)
De "Los Cuatro Evangelios de Nuestro Señor Jesucristo" Ed. Kraft.
Comentario del Pbro. Dr. Juan R. Sepich

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